Presentación de CASUS BELLI en Cartagena

La presentación de Casus Belli tuvo lugar en Cartagena el viernes 18 de mayo, a las 20:00 horas.

Acudimos al Club Naval de Oficiales tres autores de la editorial De Librum Tremens: Alberto Pertejo, autor de Los demonios de azul, una novela sobre un piloto español que se ve metido en un buen fregado durante la Segunda Guerra Mundial. El hecho ocurrió en realidad, y el autor ha llevado al piloto hasta los cielos soviéticos durante la batalla de Kursk. Luis Mollá presentó La tumba de Tautira, una novela sobre navegantes españoles en el siglo XVIII que se pasea desde las aguas del Pacífico hasta la Batalla de Trafalgar. Ojo, con conocimiento de causa: Luis es capitán de fragata de la Armada y una enciclopedia andante, aparte de una institución entre sus compañeros de armas. Bueno, también estaba yo, claro, el más novato, con mi Casus Belli.

Mi impresión fue muy grata. Nuestros marinos son unos tíos formidables que me acogieron con gran simpatía. Unos auténticos caballeros. Y sus esposas unas verdaderas damas. Bueno, tras la presentación, que salió muy bien, hubo turno de firmas, vino español y al final cena rociera a la que tuvieron el detalle de invitarnos, aparte de no descuidarnos ni un solo instante y agasajarnos sin descanso. En serio, tanto mi mujer como yo hemos quedado encantados con nuestra Armada.




Salón de Bitácora del Club Naval de Oficiales de Cartagena. Los autores estamos situados junto a nuestros presentadores. Primero por la derecha, Alberto Pertejo, autor de Los demonios de azul, fue presentado por el coronel jefe del Tercio de Levante (Infantería de Marina), a su lado. A continuación estoy yo, je, je... y a mi lado mi presentador, el capitán de navío Ferragut, que me hizo una presentación muy simpática. Después está el jefe de la flotilla de cazaminas, también capitán de navío, y a su lado Luis Mollá, autor de La Tumba de Tautira.



Otra imagen del acto. El capitán Ferragut introducía mi turno en ese instante. Aunque parezca que estoy concentrado, en realidad me estoy encomendando a todos los dioses modernos y antiguos y a algún que otro demonio. Menos mal que los asistentes fueron muy amables con nosotros y no nos pusieron en aprietos...

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